dijous, 1 de setembre del 2016

Fábula - Duchas vs Cajeros

Ante todo, recordad siempre que esto es una fábula. No es real, aunque lo pueda llegar a parecer en algún momento.

Hace muchos años, en la época de crecimiento económico y tecnológico, empezaron a proliferar en el territorio de Comislandia los gimnasios. Los podíamos encontrar en las ciudades e incluso en la mayoría de pueblos había alguno. Además, en Comislandia, las duchas y servicios de los gimnasios estaban abiertas las 24 horas del día, 365 días al año. Siempre contaban con toallas y funcionaban únicamente con un jabón especial de gimnasio que si no se usa debidamente puede blanquear la piel.

En realidad, había cadenas de gimnasios. Las cadenas más conocidas eran las de los gimnasios Azules, los Rojos y los Estrella, pero había muchos más. Contaban con salas de distinto tipo en las que un experto aconsejaba al cliente los mejores ejercicios para su condición. Cada uno de estos servicios tenía un coste, que el cliente pagaba según el uso.

Sin embargo, la ventaja de estas cadenas de gimnasios, era que uno podía entrar a ducharse en cualquier gimnasio que perteneciera a ella, sin ningún tipo de coste. Simplemente enseñando el carnet de cliente de la cadena, era suficiente para poder disfrutar de las duchas a cualquier hora.

Los clientes se acostumbraron pronto a ducharse fuera del horario del gimnasio. Antes de entrar a la oficina, o después de salir a correr, o antes de ir a cenar... Los clientes de las grandes cadenas sabían que siempre podrían encontrar una ducha en los lugares más concurridos, y sin coste alguno.


Para competir con estas grandes cadenas, las más pequeñas se pusieron de acuerdo para que sus clientes pudieran disfrutar de las duchas, creando una alianza. Así, todos los clientes de gimnasios que pertenecían a la alianza 4Chorros, podían disfrutar, sin coste para ellos, de las duchas de cualquier cadena de gimnasios que perteneciera a la alianza 4C.

Dentro de la alianza 4C, había cadenas de gimnasios con muchas más duchas que otras cadenas. Para compensar el coste excesivo que tendrían las cadenas más grandes, se decidió acordar una tasa de trasvase o intercambio de agua. Dentro de la cadena 4C, por cada ducha de un cliente ajeno, el gimnasio cobraría 0,5€.

Así pues, era necesario controlar:
  • Que el cliente perteneciera a una cadena de 4C, para otorgarle el acceso.
  • Que el cliente estuviera al corriente de pago en su gimnasio origen. En otro caso, se le denegaría el acceso
  • Que la tarjeta no fuera falsificada.
  • Registrar cada una de las duchas para posteriormente conciliar con el resto de gimnasios el número de duchas de cada uno y liquidar esa tasa de la que el cliente no sabría nunca nada, porque en principio no se le iba a cobrar
Además, dado el aumento de tráfico en las duchas, había que prever un incremento de consumo de agua, jabón especial, toallas, limpieza, controles de acceso... En fin. Un pequeño lío pero que valía la pena para prestar un mejor servicio y no quedarse atrás.

Este sistema funcionaba razonablemente bien, de manera que pronto apareció otra alianza llamada Serviducha, más grande que la primera. Y dado que lo importante era el servicio al cliente, se acordó que todas las duchas de todas las alianzas podrían se utilizadas por todos los clientes de cualquier gimnasio, siempre con una tasa de trasvase acordada entre cada gimnasio. Se estableció una tasa estándar para el caso de que no se hubiera llegado a un acuerdo bilateral, pero cualquier gimnasio estaba en su derecho de cambiar esa tasa estándar si lo creía oportuno. Al fin y al cabo, eran sus duchas.

Sin embargo, a las cadenas de gimnasios más grandes, no les interesaba que sus clientes se fueran a duchas de otro centro y tener que pagar esa tasa. Ya tenían una inversión realizada en sofisticadas duchas (algunas con hidromasaje, sólo para clientes), las había por todas partes, y no había necesidad de que buscaran duchas de otros gimnasios. Por este motivo, trasladaron a sus clientes la tasa de trasvase. La asociación de usuarios de gimnasios no tardó en pleitear constantemente contra cualquier comisión que se quisiera aplicar a los clientes. Sin embargo, jamás se quejaron de los posibles efectos nocivos del jabón especial sobre la población.
Incluso algunos gimnasios llegaron a cobrar a sus clientes por utilizar sus propias duchas, si lo hacían más de 10 veces en un mes. Pero eran gimnasios más pequeños y nadie se quejó.

Así pues, los gimnasios Estrella, Azul y Rojo, fueron ampliando y mejorando su red de duchas. Los empleados de los gimnasios tenían más trabajo, debido a los usuarios no clientes del gimnasio; pero en el fondo era comprensible y su negocio no resultaba perjudicado.

Un buen día apareció un nuevo concepto de gimnasio. Era el gimnasio desasistido. Contaba con cuatro salas básicas en las que se podía hacer algún ejercicio y prácticamente no tenía personal. Para cualquier consulta, se tenía que telefonear. Además, no tenía duchas. La estrategia del nuevo gimnasio Naranja fue aprovechar la infraestructura de los demás, pagar la tasa de trasvase estándar y ahorrar el coste de las obras de instalación y el mantenimiento de las duchas. Al no tener que realizar esa inversión, el gimnasio Naranja no cobraba a sus clientes, porque podía asumir perfectamente las tasas de trasvase y sus salas no tenían asesores para sus clientes.

Algunos clientes empezaron a cambiar de gimnasio, o quizás mantenían los dos: para los servicios más básicos que no precisan asistencia, iban al gimnasio Naranja, y para los ejercicios más complicados en los que podrían salir perjudicados si no estaban bien asesorados, seguían en el gimnasio habitual.

Pero, cada vez más, los clientes se decantaban por utilizar los servicios del gimnasio Naranja, y las duchas del resto. lo cual perjudicaba a los gimnasios que habían realizado la inversión en duchas.

Qué hubieras hecho tú, si hubieras sido el propietario del gimnasio Rojo? Quitar las duchas? Impedir el acceso a los que no sean clientes y dejarlos tirados en la calle sin ducharse?

Además el personal del gimnasio Azul y del gimnasio Estrella empezaban a estar hartos de la cantidad de duchas ajenas que se tenían que gestionar. A menudo los clientes se quedaban sin toallas o sin jabón especial, porque se habían acabado antes de tiempo. A veces tenían que hacer cola porque otros usuarios habían entrado antes que ellos y los problemas de los usuarios no clientes eran mucho más complejos de gestionar.

Al final el gimnasio Estrella decidió realizar la modificación de la tasa de trasvase: La tasa quedó establecida en dos euros. El gimnasio Azul no tardó en hacer lo mismo. Al no ser la tasa estándar, ahora era el cliente quien la tenía que pagar. Pero el gimnasio origen podía devolverle el dinero, si lo consideraba oportuno.

Lejos de tomar esa solución, el gimnasio Naranja contraatacó en su página web y en los medios de comunicación, acusando a los anteriores de cobrar comisiones a los clientes cuando no es necesario, explicando lo "malos" que son esos gimnasios que cobran a la gente por una ducha y permitiéndose el lujo de hacer estimaciones sobre lo que cuesta instalar y mantener una red de duchas.

Incluso el gobierno llegó a intervenir para regular el cobro de las comisiones, ya que los gimnasios que anteriormente cobraban a sus clientes por utilizar las duchas ajenas, no renunciaron a seguir haciéndolo. La asociación de usuarios de gimnasios dijo que eso era cobrar dos veces por una ducha.

En esas mismas fechas algunos gobiernos de otros países habían decidido limitar el uso del jabón especial de gimnasio, para proteger la piel de sus ciudadanos. El gobierno de Comislandia también había insinuado la desaparición o reducción del jabón especial. Sin embargo, lejos de aprovechar la circunstancia para reducir jabón, el gobierno decidió limitar lo que se podía cobrar por una ducha. Una decisión como cualquier otra. Pero queda claro que el jabón especial, de momento, no va a desaparecer. Úsenlo debidamente...

Fin de la fábula.

A veces, los cajeros y las duchas pueden tener más en común de lo que parece. Seguro que la metáfora tiene lagunas; pero espero que se entienda, aunque no sea real.
Muchas gracias por leerme. agradeceré cualquier comentario.

4 comentaris:

  1. Pero si se te cae el jabon al suelo, puedes recogerlo tranquilo?

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  2. Faràs un powerpoint miltimèdia sobre aixo? };-)

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  3. Alguna laguna te puedo contar de la gestión del parque de duchas. Pero ahora, según he leído, el gimnasio Naranja se ha unido a la red de pescaderías para que sus clientes se puedan duchar allí. Como agua tienen para lavar el xiringuito.....

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